LAS TIC’S Y LA TECNOLOGIA: UN ENFOQUE QUE NO ES REAL
En una emisión de SUB-30 programa de Señal Colombia –a propósito se los recomiendo- tres estudiantes de distinto estrato muestran cómo les ha cambiado la vida desde que están inmersos en esta nueva herramienta.
El primer personaje una chica hija de profesores de matemáticas de la Universidad Nacional pensionados, cursó su secundaria en el Liceo Francés y tuvo la oportunidad de irse a estudiar fuera del país, no lo hizo buscando ingresar al Alma Mater donde habían trabajado sus progenitores. Hoy se arrepiente de no haber aprovechado la beca y cuenta cómo las TIC’s han cambiado su concepción sobre la utilidad de un computador.
El siguiente personaje es otra chica que vive en el Cauca, trabaja con desarrollo comunitario en el CRIC Comité Regional Indígena del Cauca, y está cursando Comunicación Social con énfasis en desarrollo comunitario en segundo semestre y –aquí viene la parte más interesante- les dicta conferencias sobre el énfasis de su carrera a docentes y a estudiantes de semestres superiores; ella habla de la importancia de las TIC’s y recalca algo que es demasiado importante: no todos los estudiantes las usan realmente de la forma práctica y para lo que se implementaron.
El tercer caso es el de un chico que vive en un barrio marginal de los cerros surorientales de Bogotá, que es hincha furibundo de Millonarios y que por su afición al fútbol, dejó de estudiar dos años –en la actualidad está cursando el grado 10º- y ahora en donde asiste a clases recibe desayuno y almuerzo –comenta que el menú es excelente- y las asignaturas correspondientes a su grado. No estudia en un Megacolegio de los que han construido en los últimos dos años en la capital, pero en su Institución hay varias salas con computadores que le permiten acceder a tener el mundo en sus manos.
Con los testimonios anteriores vale la pena hacer una reflexión: tenemos en el Isidro Parra las herramientas, pero los buscadores sociales (Facebook, Myspace, Badoo, Twitter, etc), brindan la opción de “hacer nuevos amigos, de los mismos gustos, pasatiempos y óptica sobre algunos temas que los muchachos piensan que son trascendentales (perfil), pero desafortunadamente el uso que le dan la mayoría de los jóvenes y también algunos mayores, no es el adecuado, pues lo utilizan para asuntos que a la hora de la verdad son irrelevantes.
El éxito de tener la red en nuestras manos consiste en lograr de una manera eficaz y racional seleccionar el gran volumen de información que recibimos a diario cuando es de una vía y la especificidad cuando queremos acceder a información que nos interese para fines educativos y de otra índole, pero que redunden en un beneficio real hacia nosotros.
Hacer amigos es increíble, pero no siempre la información de los interlocutores es veraz y confiable, pues no todos se muestran como son en la red. Está tan generalizado el mal uso de los buscadores sociales, que vemos en Facebook por ejemplo un link en dónde podemos informar de los abusos, pues a veces algunos muros se ensañan no contra situaciones sino contra personas. Esto no debe seguirse presentando pues como su nombre lo indica es un “buscador social” y no una plataforma para agredir a alguien escudándose en el anonimato de la red.
El éxito de las TIC’s no radica solamente en abrir nuestros correos o enviar correos a nuestros amigos, depende del interés que pongamos en las inmensas posibilidades que nos brinda la tecnología ya que si lo logramos en un porcentaje significativo, cada día tendremos más cerca el mundo y todo lo que nos rodea.
Aquí viene una parte que no le va a gustar a más de uno. El computador además de haberse convertido en un artículo de primera necesidad y ser uno de los enseres necesarios en el hogar, ha logrado ocupar un espacio que a veces los padres quisieran que les dedicaran sus hijos o viceversa. Es cierto –ese aparato despersonaliza- está haciendo las veces que hacía otrora la hoguera, la estufa de leña, el radio, el televisor. Cuando hay uno de estos bichos en casa, no es sino llegar, medio saludar a los seres queridos y ya conectarse, durando horas y horas, navegando, chateando, etc. Se ha perdido la conversación entre los integrantes de la familia, pues el computador tiene una magia que es difícil de resistir.
Vemos en cualquier medio de comunicación los adictos al juego (ludópatas), los adictos al erotismo (erotómanos) y ahora los adictos al Internet (ciberadictos); como las dos primeras tiene tratamientos médicos para contrarrestar sus efectos y si es posible dejar las adicciones, la última también lo tiene; sin embargo como en todo hay que poner fuerza de voluntad para derrotar este flagelo y es ahí donde la cuestión se complica: no reconocemos que es una enfermedad que nos lleva a negar, renegar y terminar por reconocer que somos enfermos y no queremos curarnos. Ojo, mucho ojo con esto.
Carlos Arturo Soto de la Cruz